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miércoles, 5 de marzo de 2008

Proyecto Victoria Ocampo en La Nación: El sueño de Victoria, por Susana Reinoso

La casona de Puan es, como soñaba Victoria, "un lugar agradable para encuentros e intercambios" y tiene un jardín. Todo se concretó a partir del fallecimiento de Isabel Bartolomé, quien fue niñera de Dolores Bengolea. La sobrina nieta de Victoria Ocampo restauró la casa en vida de su nana. La directora ejecutiva del Proyecto, la escritora Ana Quiroga, cuenta que al recibir la donación, la descendiente de Victoria Ocampo decidió "devolverle aquel sueño a Victoria". Por las legendarias casas de Victoria Ocampo pasaron, entre otros, Tagore, Stravinsky, Ortega y Gasset, Camus, Malraux, Borges y Bioy. El Proyecto Victoria Ocampo está en sintonía con la Village Yourcenar, en Francia. Ubicada en Mont Noir, en la
frontera con Bélgica, la casa de la infancia de Marguerite Yourcenar sirve como residencia de escritores en pleno proceso de creación. Allí ha escrito, por caso, la escritora argentina Elsa Osorio, autora de Cielo de tango. La iniciativa de Bengolea tiene otra directora ejecutiva en Nueva York: Karen Phillips, quien tradujo la obra de Victoria al inglés, tiene -como Ana Quiroga, en Buenos Aires- el cometido de sumar patrocinadores, que, junto con los locales, fortalezcan el crecimiento de este proyecto novedoso, con el que se vivifica el compromiso de Victoria con la cultura: "Durante mi vida entera he luchado para que nuestro país alcanzara un estándar de alto nivel literario. El conocer a los demás facilita el conocimiento de lo propio. La interacción de las culturas es fecunda".
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"El amor y la cultura aumentan con el reparto. Cuanto más se dan, más se tienen." Esto dijo Victoria Ocampo, la mecenas argentina que abrió sus casas en la Argentina a escritores y artistas de todo el mundo, con el sueño de que al estrechar lazos con los argentinos "aumentara la conciencia sobre nuestra identidad cultural". El sueño de Victoria -que consta en Testimonios - era que, más allá de su muerte, la Argentina tuviera un lugar donde los creadores y pensadores "pudieran encontrarse, conocerse y dialogar". Eso motivó su legado a la Unesco. En una entrevista publicada en LA NACION en 1976, Victoria subrayó que su deseo era que el destino que espontáneamente habían tenido sus casas se prolongara, sin necesitar su presencia. Ese es el guante que recoge hoy su sobrina nieta, Dolores Bengolea, esposa del cineasta Héctor Olivera, a través del Proyecto Victoria Ocampo. Desde enero de este año, una casona restaurada en el pueblo bonaerense de Puán se ha convertido en residencia de escritores y artistas. En menos de dos meses pasaron por allí la escritora griega Katerina Mouriki, la rumano-canadiense Flavia Cosma, actualmente en el país, y la artista chilena Catalina Parra, sobrina de la eterna Violeta e hija del reconocido poeta Nicanor Parra.