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lunes, 7 de mayo de 2007

Equilibrio creativo, por Gervasio Landívar

Equilibrio creativo DORMIR JUNTOS UNA NOCHE Por Ana Quiroga-(Ciudad de lectores)-109 páginas-

Clement Greenberg afirma que la pintura sufrió durante el siglo XIX y hasta la aparición de los impresionistas por la confusión de las artes. La literatura señoreaba sobre las demás disciplinas e imponía su temática a neoclásicos, románticos y prerrafaelistas, al grado de que muchos pintores talentosos descuidaron su medio de expresión para complacer aquella supremacía. Los impresionistas y las vanguardias que los siguen
devolvieron a la pintura su especificidad.
Desde hace un tiempo, la literatura parece soportar una confusión similar, pero ahora como víctima de otras artes o disciplinas. El cine, la televisión, el video, el rock, el psicoanálisis, las filosofías de moda imponen a la literatura sus temas y estilos, deformándola a menudo. El talento narrativo de Ana Quiroga, felizmente, la mantiene apartada de cualquier confusión. Los cuentos de Dormir juntos una noche están guiados por intenciones cabalmente literarias. El agrado de su lectura responde a un estilo preciso y a claras elecciones creativas.
La inteligente percepción de Ana Quiroga se manifesta en uno de los rasgos recurrentes del libro, el análisis de la información defectuosa con que contamos para actuar en el mundo. Sus cuentos disecan los sutiles malentendidos (y muchas veces los terribles resultados) de la necesaria ambigüedad que domina en las relaciones humanas. Con frecuencia descubrimos, tras la frialdad o el despego (o el amor y la ternura) con que un personaje trata a otro, la presencia de sentimientos que contrarían esa primera impresión. Como suele ocurrir también fuera de la ficción, muchas veces las aclaraciones llegan demasiado tarde. Pero no sería justo decir que estos cuentos tratan de los efectos de la crueldad, la venganza y la envidia si no agregáramos que lo hacen de un modo adulto y consciente. Los personajes saben lo que hacen o terminan aprendiéndolo. Por fortuna, no hay espacio en estos relatos para el acto gratuito, adolescente, o para las emociones cuyo único mérito es una intensidad vacía. Todo está justificado y, en aquellos cuentos que escamotean las razones últimas de la acción (como ocurrre notablemente en 'El sobre'), el perfecto clima de amenaza suplanta con éxito la exposición de los motivos.
Quizá podríamos imputarle a la visión sutil e impiadosa de Ana Quiroga la ausencia ocasional de una redención irónica que descomprima la delicada tensión de estos relatos, pero esa ausencia que señalamos tal vez sea inevitable en un mundo donde la adversidad, sin tornarse melodramática, campea sin oposición. Los personajes de Dormir juntos una noche enfrentan, en el más cotidiano de los mundos, encuentros que desembocan muchas veces en la desolación, a veces en el desencanto, y unas pocas veces en la felicidad. No muy distinto ha de ser el resultado que arroja la vida, que en este libro se transforma, por obra de la conciencia inmisericorde de Ana Quiroga, en buena literatura.

Gervasio Landívar nació en Buenos Aires en 1967. Es autor de La nueva galantería (Ciudad de lectores, cuentos). Licenciado en ciencia política (UBA 1991). Ha publicado cuentos en el diario La Prensa y la revista El Porteño. Participó de una antología en 1992. Ha traducido relatos de Chesterton, E. M. Forster, Saki y Lord Dunsany.
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